Tres haikus y un adiós.

De mi corazón un pensamiento serio veo emerger. Veo emerger una duda en tu ser de permanecer.

Muñeca de piel.

Ella no es de pana, es de piel. Pasea por mi cuerpo sintiéndome un doncel. Sus labios cantan pensamientos como el cascabel y con sus caricias pinta de rubor todo mi ser.