La sirena aúllaY el aullido ahuyenta.Yace la lluviaSobre su cabeza. Sucedió por descuidoO fue error fatal,Un aroma anuncianteDe una noche accidental. Por fortuna o desgraciaIncumplió su promesa.Ahora yace en turbia sangreEntre moscas en el aire. ¿Pudo haber cambiadoO todo estaba escrito?Alguien debió advertirleDesde un principio. Sin más preocupaciones,Sin más no me abandones.Es el destino el… Seguir leyendo También la lluvia sufre.