Soy la sombra en el espejo,
Tú el tic toc en la pared.
Soy la tierra en mi cabello,
Tú las golondrinas y el laurel.
Un chirrido que anestesia
A la luz que nos cega,
Desvaneciendo en la oscuridad
Tus abrazos ausentes.
Si tan solo pudieras escuchar
El eco que transporta
Mi silencio a tus oídos,
Entre lágrimas podrías ver.
Leer en el mantel de la verdad
La gota que derrama y dice:
«No quiero un alma.
Quiero soñar.»
–
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Genial tu poema. Me gustó mucho.
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